¿Cómo se realiza una limpieza industrial segura en espacios confinados?

limpieza industrial

La limpieza industrial en espacios confinados es una de las tareas más críticas y peligrosas dentro del ámbito del mantenimiento técnico, tanto en industrias como en infraestructuras municipales. Tanques, depósitos, alcantarillas, silos, pozos, reactores, cisternas y otros recintos cerrados requieren intervenciones especializadas que combinan tecnología, formación técnica y estrictos protocolos de seguridad.

Los riesgos asociados a este tipo de limpiezas, como atmósferas tóxicas, falta de oxígeno, atrapamientos o explosiones, hacen que su ejecución sólo deba ser llevada a cabo por equipos profesionales altamente cualificados, cumpliendo con las normativas vigentes en prevención de riesgos laborales, higiene industrial y protección medioambiental.

A continuación, te explicamos paso a paso cómo se debe planificar y ejecutar una limpieza segura en espacios confinados, qué equipamiento se necesita y qué factores son determinantes para evitar incidentes y lograr una operación eficaz.

¿Qué se considera un espacio confinado?

Antes de profundizar en el proceso, es importante definir con claridad qué entendemos por “espacio confinado”. Se trata de un recinto con aberturas limitadas de entrada y salida, escasa ventilación natural y no diseñado para ser ocupado de forma continua. Algunos ejemplos típicos:

  • Tanques de almacenamiento
  • Alcantarillas y colectores de aguas residuales
  • Silos agrícolas o industriales
  • Cámaras subterráneas
  • Cisternas de camiones
  • Pozos, galerías técnicas o fosas de mantenimiento

Estos espacios pueden contener atmósferas peligrosas, presentar riesgo de asfixia, acumulación de gases inflamables, presencia de residuos químicos o limitación en la movilidad, entre otros peligros.

Evaluación previa del entorno y riesgos

Toda limpieza en un espacio confinado comienza por una evaluación exhaustiva previa. Este análisis determina si la entrada es segura, qué riesgos existen y qué medidas de control deben adoptarse.

Fases de evaluación:

  • Identificación del espacio confinado y su función.
  • Revisión de planos o documentación técnica.
  • Medición de atmósfera interna: niveles de oxígeno, presencia de gases inflamables, tóxicos o asfixiantes (como sulfuro de hidrógeno, monóxido de carbono, metano, etc.).
  • Detección de residuos peligrosos, lodos, sólidos acumulados o materiales corrosivos.
  • Análisis del riesgo estructural: posibilidad de derrumbes, caídas de objetos o atrapamientos.

Este paso previo es obligatorio y debe estar documentado mediante un procedimiento de trabajo y evaluación de riesgos firmado por personal competente.

Permiso de entrada y protocolo de trabajo

Ningún trabajador puede entrar a un espacio confinado sin que exista un permiso de entrada formal (también llamado “permiso de trabajo en espacio confinado”). Este documento establece las condiciones de entrada, los responsables, los riesgos identificados, el plan de rescate y el protocolo de actuación. Este permiso debe incluir:

  • Identificación de todos los participantes (operarios, supervisores, rescatistas, etc.).
  • Equipos necesarios (EPI, herramientas, ventilación, detección de gases, etc.).
  • Fecha, hora y duración prevista del trabajo.
  • Señalización del lugar y prohibición de acceso a personal no autorizado.
  • Plan de rescate interno y externo.

Sin este permiso, la intervención no debe iniciarse bajo ningún concepto.

Equipos de protección y tecnología especializada

En una limpieza industrial de este tipo, los equipos de protección individual (EPI) y la tecnología aplicada marcan la diferencia entre una operación segura y un riesgo inaceptable.

Equipamiento indispensable:

  • Equipos autónomos de respiración (ERA) o líneas de aire asistido cuando el oxígeno es insuficiente o hay gases tóxicos.
  • Arnés de seguridad con línea de vida conectado a un trípode de rescate o sistema de izado.
  • Detector multigas portátil que supervise en tiempo real los niveles de gases.
  • Iluminación antideflagrante, especialmente en atmósferas potencialmente explosivas.
  • Ventiladores/extractores para renovar el aire y reducir concentraciones nocivas.
  • Bombas de vacío industrial, equipos de alta presión o hidrolimpiadoras para la limpieza física.
  • Comunicación constante con el exterior (intercomunicadores, walkie-talkies, señales manuales).
  • Equipos de primeros auxilios y rescatistas preparados en el punto de entrada.

Todo el personal debe estar formado, entrenado y acreditado para trabajar en espacios confinados y usar cada equipo correctamente.

Procedimiento de entrada, limpieza y supervisión

Una vez asegurado todo lo anterior, se inicia el procedimiento operativo:

A) Entrada controlada: Solo accede el personal autorizado. Se realiza una última comprobación de gases y funcionamiento del equipo. El trabajador entra sujeto al sistema de línea de vida.

B) Fase de limpieza: Dependiendo del tipo de residuos (orgánicos, lodosos, químicos, sólidos, etc.), se utilizan diferentes técnicas:

  • Limpieza manual con herramientas específicas.
  • Aplicación de agua a alta presión.
  • Aspiración con camiones cuba.
  • Productos desengrasantes o disolventes autorizados.
  • Durante toda la operación debe mantenerse la ventilación forzada, la monitorización continua de gases y el contacto permanente con el equipo de seguridad en el exterior.

C) Supervisión externa: Debe haber al menos una persona (vigilante de seguridad) en la entrada supervisando constantemente. Este operario no puede abandonar su puesto bajo ningún concepto.

Plan de rescate: estar preparado para lo peor

Un requisito ineludible en toda la limpieza en espacios confinados es disponer de un plan de rescate detallado. No se trata solo de un documento formal: debe ser práctico, realista y conocido por todo el equipo. El plan debe contemplar:

  • Procedimientos de evacuación en caso de caída, pérdida de consciencia o intoxicación.
  • Equipos de izado o rescate vertical listos y probados.
  • Presencia de al menos un rescatista formado en el lugar.
  • Coordinación con servicios de emergencia externos (bomberos, 112).

En muchas ocasiones, los primeros minutos tras un accidente son vitales para salvar una vida. La improvisación no tiene cabida.

Finalización, retirada de residuos y documentación

Una vez finalizada la limpieza:

  • Se realiza una inspección final para verificar que no quedan residuos peligrosos ni gases.
  • Se retira todo el equipo con las medidas de descontaminación necesarias.
  • Se gestiona el transporte y eliminación de residuos conforme a normativa ambiental.
  • Se elabora un informe técnico de intervención, incluyendo mediciones, anomalías detectadas y posibles mejoras.

Este informe debe archivarse y ponerse a disposición de los responsables de seguridad y medioambiente. Recuerda: En este tipo de trabajos, el lema es claro: “si no es seguro, no se hace”.

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